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Lo que comes

Los prejuicios alimentan el cáncer. Por ello, alimentarse desde la ignorancia tiene consecuencias fatales.
Cuántas personas enfermas reciben la recomendación de cambiar su alimentación como base de su tratamiento y la rechazan por parecerles demasiado sencillo. Todo esto bajo la falsa idea preconcebida de que "no, no puede ser tan fácil algo tan difícil como curarse de un cáncer".
Pues bien, hay un alto número de cánceres producidos por una alimentación inadecuada. Pero, ¿a qué llamamos una alimentación inadecuada?

- No mirar lo que compramos para comer.
- Cocinar con utensilios que envenenan la comida.
- Deteriorar las cosas que cocinamos.

- No mirar lo que compramos para comer. Muchas personas creen que todo lo que se vende en los supermercados, por el mero hecho de estar expuesto al público, es saludable. Opinan que es una pérdida de tiempo mirar los ingredientes de lo que compran y que una vida normal no conlleva este sacrificio "innecesario"de leerse todas y cada una de las etiquetas allá donde dice los ingredientes. De todo aquel que muestra interés por conocer estos datos de los productos comestibles dicen que son "frikis" u "obsesos". Añadiendo la famosa frase de "así no se puede vivir". Lo que está claro es que en la ignorancia sí que no se puede vivir; al menos sano. Y el que quiera sobre-vivir habrá de entregarse al conocimiento de lo que come, para empezar. 
Muchos de las comidas que se venden en los supermercados contienen sustancias oficialmente reconocidas como muy tóxicas. Como por ejemplo el ácido sulfúrico (pincha para ver). Pero claro, como no fulminan a nadie in situ la gente compra ese producto y lo consume con total tranquilidad. He aquí un artículo que habla de los 10 tóxicos más empleados por la industria alimentaria (pincha para ver), aunque hay cientos de ellos en casi la totalidad de los productos que comemos.
De otro lado, tampoco sabemos las condiciones en que han sido elaborados estos productos. Y cada uno de estos factores es determinante a la hora de evaluar un auto-envenenamiento gradual y paulatino que pasa totalmente desapercibido.

- Cocinar con utensilios que envenenan la comida. Estamos rodeados de materiales que, en contacto con la comida, producen toxinas. Algunos, en particular, cáncer. No hay más que fijarse en las sartenes de casi todos los hogares. ¿A que tus satenes son de teflón? pues el teflón junto con el gore-tex son los productos más cancerígenos con los que estamos en contacto en nuestra vida cotidiana.
El teflón (pincha para ver) en nuestras sartenes se ha vendido durante años como un gran avance en la cocina sin que ningún estudio haya demostrado jamás su inocuidad. Al contrario, numerosos estudios (pincha para ver) han demostrado los peligros para la salud de sus derivados tanto en el hombre como en los animales. Asociaciones americanas llevan tiempo intentando que se advierta sobre las sartenes y los peligros del teflón (pincha para ver).  La EPA ha puesto como límite el 2015, año en que Du-Pont y otras compañías deberán dejar de fabricar teflón. Hasta entonces el compuesto seguirá formando parte de nuestros utensilios de cocina.

- Deteriorar las cosas que cocinamos. Hay alimentos que, a determinadas temperaturas, se convierten en  un peligro inminente para nuestra salud (pincha para ver). Comer patatas fritas, pan o cualquier hidrato de carbono puede ser muy peligroso si no se tiene control sobre su preparación (pincha para ver). Hay publicaciones al respecto que nos alertan (pincha para ver), así como informes oficiales que desconocemos y que contemplan esta realidad (pincha para ver). También la OMS se ha pronunciado al respecto (pincha para ver).